martes, 3 de febrero de 2009

Herederos - Último Capítulo

Por qué: Porque aunque a muchos les cueste creerlo se ha convertido en una de las series de más calidad de la televisión española.

¿Quién dijo Falcon Crest?

Es evidente que en el nacimiento de esta serie estaba el continuo enfrentamiento Channing - Gioberti (más bien Angela vs. Richard) y el entorno de los viñedos (aquí los campos de toreo) en los que se producía. Pero lejos de contar con una Jane Wyman, aquí estaba una Concha Velasco en las más pura tradición (más bien traducción) española.

A pesar de que es un tipo de género que me encanta si está hecho con dinero (nada hay más triste que los culebrones que cogieron el testigo de las grandes sagas familiares de los 80, para desarrollar sus tramas en entornos cerrados o decorados más falsos que una moneda de dos caras), lo cierto es que nunca fui un gran seguidor de la serie durante su primera temporada, aunque de vez en cuando me dejaba caer por la primera mientras la estaban echando.

Posteriormente, comencé a seguirla y, aunque cada vez me era más difícil no faltar a la cita, el final de la anterior temporada en el que se plagiaba completamente la muerte de uno de los personajes principales de Los Soprano, me hizo despotricar contra ella.

Por suerte no logró alejarme del todo y que me diese pereza arriesgarme con esta nueva temporada que ha sido impresionante en todas sus propuestas, en todas las relaciones entre los personajes (los antiguos y los nuevos) y sobre todo en la creación/recreación del personaje de Carmen Orozco que ha superado a la actriz que la encarna.

Mucho hay que decir del capítulo final, que ha sido impresionante. Con un giro argumental manido y que hemos visto miles de veces, pero que ha "colado" de forma perfecta (al menos en mi caso) por haber sido tratado de una forma inteligente como pocas veces he visto en una serie española y más para un final de temporada después de haber visto despropósitos de los guionistas como los cometidos en Los Serrano o en LEX sin ir más lejos. Pero de todo ello ya se hablará, supongo.

Yo prefiero detenerme en el momento en que me di cuenta de que Herederos era algo más que la típica serie hecha con dinero y buenos actores... Fue el momento (hace ya algunos capítulos) en que Carmen Orozco, sin poder dormir, destrozada por la muerte de su hija, está en la mansión con su criada, la que ha sido la amiga de toda la vida y se ofrece a hacer algo de cena. Ella misma, la gran Carmen Orozco, la reencarnación de la Ángela Channing de Falcon Crest, con la mano en la sartén, se ofrece a preparar unos huevos fritos, como haría cualquier madre que necesita estar entretenida para olvidar la desgracia recién ocurrida y se confiesa ante su amiga y criada. Ha sido uno de esos momentos impagables que nos ha dejado la televisión y por los que deberíamos estar eternamente agradecidos.

1 comentario:

Hatshepsut dijo...

me has dejado fuera de juego con la comparación de Falcon Crest y Herederos...me voy a la cama y a meditar sobre ello...